El Sinergismo no es Semi-Pelagianismo

Por Mark Cortez | Profesor de Teología en Wheaton College

A menudo oigo a la gente sugerir que cualquier teología que sugiera que los humanos «cooperen» con la gracia de Dios en el proceso de salvación (sinergismo) es esencialmente lo mismo que la herejía del semi-Pelagianismo, es decir, la idea de que el esfuerzo humano desempeña al menos algún papel en la iniciación de la salvación. Implícito detrás de dicha afirmación parece estar la idea de que cualquier cosa que no sea monergismo puro está al borde de la herejía. No es una herejía obvia (pelagianismo), pero está muy cerca de serlo (semi-pelagianismo).

Hay razones históricas y teológicas para rechazar tal afirmación. Históricamente, por lo menos debemos reconocer que el semi-pelagianismo fue un movimiento que surgió después de la época de Pelagio, se asoció principalmente con ciertos grupos monásticos en los siglos 5 y 6 y fue condenado como herejía en el Segundo Concilio de Orange del 529. Así que, históricamente hablando, si llamas a alguien semipelagista, en realidad lo estás llamando hereje–no casi hereje.

Teológicamente, no es cierto que los sinergistas sean necesariamente semipelagista. Y aquí es importante que definamos nuestros términos.

Pelagianista: cualquier sistema en el cual la persona humana es capaz de lograr la salvación completamente por su cuenta, sin ninguna ayuda divina aparte de la gracia común (es decir, la gracia necesaria para que cualquier ser exista).

Semi-Pelagianista: cualquier sistema en el cual el proceso de salvación es iniciado por la persona humana aparte de cualquier gracia que no sea la gracia común, pero en el cual el proceso de salvación es sinérgicamente completado por la interacción cooperativa de lo divino y lo humano.

Sinergismo: cualquier sistema que afirme algún tipo de interacción cooperativa entre lo divino y lo humano en el proceso de salvación.

Sobre la base de estas definiciones, podemos sacar las siguientes conclusiones:

1. Los pelagianistas no son sinérgicos: en su opinión, la salvación es alcanzable por la persona humana sola.

2. Los semi-pelagianistas son sinergistas: para ellos, el proceso de salvación requiere la interacción cooperativa entre lo divino y lo humano.

3. Pero los sinergistas no son pelagianistas y no son necesariamente semipelagianistas: es posible afirmar la interacción cooperativa entre lo divino y lo humano, al tiempo que afirmamos que el proceso de salvación comienza enteramente con la gracia salvífica (no común) de Dios.

Por ejemplo, la idea de la gracia «preveniente» sostiene que ningún humano es capaz de iniciar la salvación, pero que la gracia de Dios «va antes» (precede) y permite a los humanos responder correctamente.

Independientemente de lo que usted piense acerca de este enfoque, este afirma que la gracia de Dios inicia la salvación («va antes» o «precede») y que la persona humana debe cooperar respondiendo. Por lo tanto, este marco conceptual es sinérgico pero ni pelagianista ni semi-pelagianista.

Usando estas definiciones (aunque sea superficialmente), podemos decir que una serie de soteriologías muy prominentes son sinérgicas pero no semi-pelagianistas (por ejemplo, la Ortodoxa Oriental, la Católica, la Wesleyana, etc.). Cuando los teólogos hacen declaraciones generales en el sentido de que todos los sinergistas son semi-pelagianistas, estos (esperemos que de forma inconsciente) cuestionan la ortodoxia de vastas franjas del cristianismo, incluyendo casi todos los Padres Apostólicos de la Iglesia.

Así que tome esto como una súplica a todos los monergistas. Por favor, dejen de decir que la sinergia es simplemente semi-pelagianista. Esta afirmación no es históricamente ni teológicamente correcta.

2 respuestas a «El Sinergismo no es Semi-Pelagianismo»

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